La muerte de al menos nueve personas en medio de la represión a marchas de protesta agrava la profunda conmoción que sufre Bolivia, mientras los políticos intentaban este fin de semana avanzar hacia unas nuevas elecciones, como solución a la crisis en el país desde la renuncia forzada de Evo Morales. Los féretros de conco de los fallecidos comenzaron a llegar a Cochabamba el sábado, capital de la región homónima fueron recibidos con gritos clamando justicia frente al Instituto de Investigaciones Forenses en esa ciudad. Familiares y amigos de las víctimas denuncian que fueron asesinadas por policías y militares, cuando una marcha de cocaleros intentaba entrar en Cochabamba, pero el gobierno de Janine Añez, la autoproclamada presidenta de Bolivia, asegura que no está clara la situación. Un equipo de forenses enviado por la Fiscalía investiga qué pasó en la represión, que dejó más de un centenar de heridos y cerca de 200 detenidos. (Télam)
Bolivia: nueve muertes agravan la crisis
Claman por justicia para los cocaleros.